Tengo que decir que el programa de este jueves 11 de enero, con el cual volvemos a iniciar nuestra actividad radiofónica, ha sido todo un lujo. Y este lujo es debido a las 3 mujeres que han intervenido como protagonistas.
Rosa Herranz de los Niñ@s de la Polio, l@s olvidad@s. Que nos hablará de cómo el régimen franquista pasó de ellos cuando contrajeron la polio, ya que los tratamientos y vacunas no llegaron a tiempo. Gracias a ello, hoy en día, arrastran el Síndrome Post Polio. No recibiendo ninguna ayuda de invalidez o minusvalía.
Susana Guerrero, una madre coraje, que va a ser juzgada por defender a su hija de caer en las garras de su padre. Que no contento con violar y abusar de Susana cuando esta tenía 13 años de edad, ha empezado a hacer lo mismo con su hija. Ella nos habla del turbio negocio de los centros de acogida y de como, en muchos casos, estos no protegen a los menores que supuestamente tienen a su cargo.
También nos habla del SAP, o falso Síndrome de Alineación Parental, en el que muchos jueces se apoyan para otorgar la custodia a los padres maltratadores o abusadores.
Consuelo García del Cid, escritora, poeta e investigadora entre otras muchas actividades. Su investigación se centra en los casos de abusos y maltratos a las mujeres, y al robo de niños en los Centros Públicos durante el franquismo. Esta investigacion se ha trasladado al tiempo actual, ya que según sus palabras “ha cambiado la forma, pero el fondo sigue siendo el mismo”.
El inicio de su trabajo comienza con el Patronato de Protección a la Mujer, que desapareció en 1985 y paso de manos de las religiosas a las del funcionariado. Sus contínuas denuncias sobre el tema la han llevado a enfrentarse a un juicio por injurias que tendrá lugar el martes 16 de enero.
Doy las gracias a Verónica Muñoz que me ha ayudado a preparar este programa.
Y cierro con una frase de Rosa: Quisiéramos que nos incluyeran a l@s Niñ@s de la Polio en el contexto de la Memoria Histórica, ya que también fuimos víctimas del franquismo.
Escuchadlas, os prometo que vale la pena