Regresar al cuerpo, volver a él. Como si así pudiésemos contener y apaciguar el vértigo del tiempo.
Escribio Walter Benajamin que «habitar es dejar huellas», y en las huellas siempre hay una lucha contra el olvido, mirarlas es dejarse llevar por el placer del ensimismamiento. Los tatujaes son huellas, nos hablan de lo que habitaba y reside en nosotros. Los tatuajes son rito y juego. Escribe nuestro invitado que «una piel labrada aspira a ser fértil».
En este capítulo hablaremos de búsquedas estéticas y discursivas, de escarabajos, de dragones y amazonas, de islas. Hoy, De curar la piel. Ensayo en torno al tatuaje (Premio Anagrama de Ensayo 2023) con Nadal Suau.