En los tiempos del 3D, cómo no pedir heroínas. Nada de princesas. Titanas de carne y fuego a las que el amor romántico les dé igual. Mujeres obsesionadas con hacer JUSTICIA. Con hacer otros mundos; con sus manos, con su espada. Nada de copas, nada de coronas. Hablamos del poder de la razón hecho mito, hecho magia. Nada de iconos, nunca más cuerpos como espacios publicitarios, cuentos como nutrientes del mercado.
Pero, AY, la educación emocional. Todas esas películas que construyeron nuestro imaginario emocional, que se ligaron a nuestra biografía según íbamos descubriendo el mundo, también dieron forma a nuestro mundo. En este crecer constante, programación y reprogramación, ¿qué hacer cuando Disney se cruza en tu camino? Todas esas muñecas que coronan donde dormimos, toda esa normalización de cara a un sistema de consumo que solo busca darnos una excusa, una historia, un cuento para que compremos, compremos, compremos. Porque, chicas, también hay ideología en el consumo. Pero tio Walt nos espeta: Para crear lo fantástico, primero debemos entender lo real. Nos dice al oído: Piensa, cree, sueña y atrévete. También leo: Nuestro mayor recurso natural es la mente de nuestros niños. ¿Recurso natural? En esta minería de las ideas, Mr. Disney señala a la niña que todas llevamos dentro como excusa para construir su imperio.
Un imperio expandido, simbólico y material; minería de los sueños que se hacen realidad. ¿Cuáles exactamente? Nos preguntamos ¿Y de quiénes?
En este nuevo Sangre Fucsia vamos a cavar hondo. En nuestra programación de género, y vamos a buscar unas cuantas salidas de emergencia; proponer hackeos y darle muy fuerte en las narices a Disney. Pondremos a Pixar, esa alternativa hipster, en cuarentena. Y le daremos alguna que otra oportunidad al padre nipón del Estudio Ghibli, Hayao Miyazaki. Pero, no se nos ofendan si todos estos patriarcas de la animación reciben alguna que otra bofetada feminista.
Hemos venido a correr riesgos en este programa que hemos bautizado, no por casualidad, ANIMACIONES DEL MAL. ¿Qué entendemos por el Mal? Dirán ustedes. Aquello que decían del capital, desde luego, pero también hemos querido concebir el MAL como la posibilidad, con mayúsculas, de subvertir el mensaje, de darle la vuelta al código, y rescatar del sistema de mercado, del símbolo hecho muñeca, la idea, la fuerza. A la heroína que no sucumbe. A la posibilidad de cambiar, de cambiarlo todo.
Playlist:
Korn – kindap the sandy claws
Nancy Sinatra -Bang, bang
Zea Mays- Negua joan da ta
The Monkees – I’m a Believer
Bobby Darin – “Beyond the Sea”
BSO Maléfica
BSO Los Increíbles
Escucha