Recuerdo aquel muñeco de plástico. El cuándo y cómo llegó a mis manos. Quién fue el causante de que cada noche mirase fijamente su cuerpo lívido con la esperanza de que moviese al menos uno de sus dedos pequeñitos. Hubo un tiempo, en esa nube de la infancia y la fantasía, en el que me sentí su madre y, como tal, responsable de insuflar vida en su interior. Pero su cuerpo inerte nunca cumplió mis deseos y con mi crecimiento, quedó relegado en un armario.
Me pregunto qué habría sido de mí si una de esas veces le hubiese visto girar el cuello. Una noche cualquiera, un apagón en mi calle y con el regreso de la electricidad, su regreso a la vida. ¿Habría sido capaz de actuar con normalidad o le habría encerrado en una cárcel de mi habitación por miedo a que cualquier acto mundano deshiciera el encanto?
Estoy segura de no haber sido la única que ha crecido entre juegos de orden y autoridad. Yo soy la policía. Soy la dueña de esta tienda. Lanzo órdenes a mi perro robot para que obedezca. Exijo en un videojuego que el personaje actúe a mi antojo, anulando su hipotético libre albedrío. Todos hemos jugado, de una manera u otra, a ser Dios.
Me pregunto entonces, en ese proceso de autoconocimiento y aprendizaje, ¿quién llegó antes: la pérdida de fe o de la inocencia?
Participan:
Cerramos con Berlín de Shinova.
Música que suena (con licencia libre):
Merry Cabaret – Christian Petermann
Spanish Affair – Christian Peterman
Rock N Rolki – Proszek na Muchy
What is this calling art? – Jazzaria
Sonido del Sol – The Polish Ambrassador
Nothing left but the sea – Bruce H Mccosar
Rafting down the Lethe – Bruce H Mccosar
Desert and dream – Bruce H Mccosar
Sally Regrets – Bruce H Mccosar
Tattered and ton – Bruce H Mccosar